Residuos Peligrosos

Consejos para cumplir la normativa en materia de almacenamiento de residuos peligrosos

La Ley 7/2022 de residuos y suelos contaminados para una economía circular marca un antes y un después en la gestión de residuos peligrosos en España. Con el objetivo de proteger el medio ambiente y la salud pública, esta legislación introduce obligaciones específicas para el almacenamiento seguro de residuos peligrosos, ya sean sólidos o líquidos.

Entre las novedades más significativas, destaca la exigencia de utilizar cubetos de retención para el almacenaje y la ampliación de la obligación de usar sistemas de retención a todos los residuos peligrosos. Es esencial que estas áreas estén adecuadamente protegidas de las inclemencias del tiempo y equipadas con sistemas eficaces para contener vertidos o derrames accidentales, minimizando así el riesgo de contaminación del suelo.

En contraste a la normativa APQ 10, la Ley 7/2022 no diferencia entre residuos líquidos y sólidos, ampliando la obligación de usar sistemas de retención a todos los residuos peligrosos. Por lo tanto, los suelos de retención emergen como una solución práctica para almacenar mayores volúmenes de residuos comparados con los cubetos individuales, destacando su eficiencia y versatilidad.

En este artículo, te ofrecemos consejos para cumplir la normativa en materia de almacenamiento de residuos peligrosos y garantizar la seguridad y el cumplimiento de la normativa vigente.

¿Cómo saber si un residuo es peligroso o no?

Determinar si un residuo es peligroso es el primer paso para su correcta gestión. Para saber si un residuo es peligroso o no, se puede consultar la Lista Europea de Residuos, Orden MAM/304/2002 y en la propia ficha de seguridad de cada producto.

Existen normativas aplicables como el Reglamento (CE) 1272/2008 (CLP), el Real Decreto 656/2017 sobre almacenamiento de productos químicos, el Real Decreto 833/1988 de residuos tóxicos y peligrosos, la Ley de 7/2022 y el Real Decreto de envases y residuos de envases, que establecen los fundamentos para una gestión adecuada, promoviendo la economía circular y la sostenibilidad.

Además de las normativas legales mencionadas anteriormente, existen guías de buenas prácticas y notas técnicas de prevención que ofrecen orientación sobre el almacenamiento seguro de residuos peligrosos. Entre ellas se encuentran la NTP 635. Clasificación, envasado y etiquetado de las sustancias peligrosas y la NTP 725. Seguridad en el laboratorio.

Aspectos clave para el almacenamiento de residuos peligrosos

Antes de proceder al almacenamiento de residuos peligrosos, es fundamental tener en cuenta ciertos aspectos para garantizar la seguridad y el cumplimiento de la normativa vigente.

  • En primer lugar, es importante separar los residuos por categorías, ya que la mezcla de distintos tipos de residuos peligrosos podría aumentar su grado de toxicidad y peligrosidad de forma exponencial.
  • Una vez separados y clasificados, los residuos peligrosos deben ser envasados en recipientes herméticos para evitar la pérdida de contenido y la manipulación por parte de terceros no autorizados.
  • Además, es necesario disponer de una zona habilitada e identificada para el correcto almacenamiento de los residuos, que reúna las condiciones adecuadas de higiene y seguridad. Esta zona debe contar con suelos de retención o cubetos para todos los residuos peligrosos, incluidos los sólidos como trapos impregnados o botes vacíos de pintura.
  • Es importante también que las zonas de almacenamiento de residuos peligrosos estén a cubierto para evitar que las zonas de retención se desordenen por lluvia abundante. La duración máxima del almacenamiento de residuos peligrosos es de 6 meses.
  • Queda prohibida la reclasificación de residuos peligrosos en residuos no peligrosos por medio de una dilución o mezcla cuyo objeto sea la disminución de las concentraciones iniciales de sustancias peligrosas por debajo de los límites que definen el carácter peligroso de un residuo.
  • Los recipientes o envases que contengan residuos peligrosos deberán estar etiquetados de forma clara, visible, legible e indeleble, al menos en la lengua española oficial del Estado.

En la etiqueta deberá figurar:

  1. El código y la descripción del residuo, el código y la descripción de las características de peligrosidad.
  2. El nombre y la Asignación de Número de Identificación Medioambiental (NIMA) del productor o poseedor de los residuos.
  3. La fecha en la que se inicia el depósito de residuos.
  4. La naturaleza de los peligros que presentan los residuos, indicada mediante los pictogramas descritos en el Reglamento (CE) n.º 1272/2008.
  • Desde el 1 de julio de 2022, los productores iniciales de residuos peligrosos tienen la obligación de implementar un plan de minimización, que tenga como objetivo reducir la cantidad de residuos peligrosos generados y su nivel de peligrosidad. Este plan tendrá que estar disponible para las autoridades competentes y los productores deberán informar sobre los resultados obtenidos cada cuatro años a la comunidad autónoma donde se encuentre ubicado el centro productor.

Sin embargo, aquellos productores iniciales de residuos peligrosos que generen menos de 10 toneladas al año por centro productor quedarán exentos de esta obligación.

  • En caso de desaparición, pérdida o escape de residuos peligrosos o de aquellos que por su naturaleza o cantidad puedan dañar el medio ambiente, el productor deberá informar inmediatamente a la administración ambiental competente.
  • El productor de residuos peligrosos deberá suscribir un seguro u otra garantía financiera que cubra las responsabilidades a que puedan dar lugar sus actividades atendiendo a sus características, peligrosidad y potencial de riesgo.
  • Por último, es importante encargar el tratamiento de los residuos peligrosos a un gestor de residuos autorizado que realice operaciones de tratamiento, y tener en cuenta que las infracciones en materia de residuos peligrosos se duplican en comparación con las de residuos no peligrosos, pudiendo llegar hasta los 3.500.000 €.

¿Cómo puedo cumplir con la ley de residuos en el almacenamiento de residuos peligrosos?

Para cumplir con la ley de residuos en relación al almacenamiento de residuos peligrosos, es necesario utilizar cubetos de retención adecuados. La normativa vigente no hace distinciones entre residuos líquidos o sólidos, exigiendo cubetos de retención para ambos tipos.

En un taller de reparación de vehículos, por ejemplo, nos encontramos con una variedad de residuos y sustancias peligrosas que requieren una atención especializada para su almacenamiento seguro. Los residuos como aceites de motor (usados o no), trapos impregnados, baterías usadas, etc., necesitan de una superficie amplia para su almacenamiento seguro, lo cual hace que los suelos de retención sean la opción más recomendada.

Ante esta situación, la mejor opción son los suelos de retención. Al unir varias secciones, se puede ampliar el espacio y la capacidad de retención.

¿Qué tipo de cubeto es el más adecuado; de metal o de plástico?

Cuando se trata de seleccionar el material más adecuado para los cubetos de retención, la decisión dependerá de la naturaleza de los residuos a almacenar.

Los contenedores metálicos suelen ser preferidos para productos inflamables, aunque el plástico también puede ser una opción viable. Es importante que los residuos peligrosos almacenados al aire libre estén protegidos contra las inclemencias del tiempo, optando por cubetos cubiertos para evitar la acumulación del agua de lluvia.

En situaciones que involucren fugas o derrames menores, es recomendable tener a mano kits de emergencia con barreras y absorbentes.

Para productos inflamables, puede ser necesario el uso de armarios con resistencia al fuego, la cual puede variar entre 30, 60 o 90 minutos.

Dependiendo de la actividad, también puede ser necesario utilizar recipientes de seguridad para manipular productos peligrosos.

Conclusiones 

Cumplir con la legislación vigente en materia de almacenamiento de residuos peligrosos no solo es una obligación legal, sino también un compromiso esencial con la protección del medio ambiente y la salud pública. La adopción de buenas prácticas, la elección de soluciones de almacenamiento adecuadas y la implementación de medidas preventivas son fundamentales para garantizar un manejo seguro y responsable de los residuos peligrosos.

En ACTECO, nos comprometemos a ayudar a nuestros clientes a gestionar sus residuos peligrosos de manera segura y eficiente.

Contáctanos para obtener más información sobre nuestros servicios y cómo podemos ayudarte a cumplir con tus obligaciones legales en materia de residuos peligrosos.

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